Los turbulentos canales de aguas negras en El Paso ya han cobrado la vida de más de siete personas en lo que va del año y es que, aunque no pareciera, estos cuerpos de irrigación producen remolinos en la profundidad que son la causa del ahogamiento en las personas.
“Debes de saber que el agua esta peligrosa siempre. Tal vez pienses que no está muy hondo, pero es peligroso”, dijo Chris Menéndez, comandante del equipo de rescate del Departamento de Bomberos de El Paso (EPFD). “Debes de tener cuidado con eso”.
Es a orillas del Rio Bravo, ubicado entre la frontera de El Paso y Ciudad Juárez, que EPFD en colaboración con la Oficina del Sheriff del Condado de El Paso (EPCSO) realizan entrenamientos de rescate para poder proveer ayuda a quienes puedan caer en este tipo de canales.
Durante el entrenamiento, el equipo de bomberos se lanza a las aguas para practicar cómo salvar a una persona, un trabajo que requiere al menos a dos personas.
“Estamos entrenando para el agua por si acaso encontramos a alguien o tenemos que venir ya estamos listos para ayudarlos”, dijo Menéndez.
Cabe destacar que las corrientes de agua en un canal pueden ser tan potentes que, incluso, uno de los cuerpos recuperados portaba un chaleco salvavidas pero, de acuerdo a un nadador experto, puede ser dificultoso salir de estas aguas.
“La gente se esfuerza mucho y se cansan y pierden el poder de pelear contra la corriente”, dijo Clayton Smith, coordinador acuático en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP).
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Asimismo, los expertos afirman que el error más grave al caer en aguas turbulentas es tratar de nadar contra la corriente.
“Lo que enseñan es flotar, poner la panza en la superficie, y nadar en diagonal porque si estas parado, así como nosotros, pues, las piernas van a agarrar la corriente y vas a batallar muchísimo más”, dijo Smith.
