Los estadounidenses siguen divididos a la mitad sobre el juicio político que ha puesto en jaque a Donald Trump y que sigue acaparando la atención del país.
Eso, según un sondeo de Associated Press, que indica que 45% de la opinión pública quiere que el Senado vote para destituir al presidente, mientras que el 40% cree que Trump debería de quedarse en la Casa Blanca.
Mientras tanto en el pleno este jueves los administradores de la Cámara de Representantes aprovechaban el penúltimo día de argumentos para justificar ante el Senado el cargo de abuso de poder que enfrenta el presidente.
Lo que pudiera cambiar el rumbo del juicio serían los testigos, que los demócratas insisten deben ser parte del proceso. Y al parecer la mayoría del país está de acuerdo.
Esto, según un sondeo de Reuters que señala que 72% de los estadounidenses -una mayoría bipartidista- quisiera que testifiquen personas que pudieran ser clave en la trama ucraniana. Entre ellos, el jefe del Gabinete Mick Mulvaney y el exasesor de seguridad nacional John Bolton.
“Me parece a mí sentido común. Cuando tú tratas de crear obstáculos a que hayan testigos y documentos es porque tú tienes miedo de lo que esos testigos y documentos van a decir”, expresó el senador demócrata Bob Menéndez.
Aunque de inicio las reglas establecidas por el liderazgo republicano no permiten testigos, eso podría cambiar con un voto la próxima semana.