El director general de servicios sanitarios de Estados Unidos dijo el martes que una prohibición federal de los cigarrillos mentolados sería una de las formas más efectivas de reducir las enfermedades y muertes relacionadas con el tabaco entre la población negra, incluso cuando se acerca el momento en que el gobierno Biden tiene menos capacidad para hacer algo al respecto.
Es poco probable que la antigua promesa de prohibir los cigarrillos mentolados, que se viene gestando desde hace años, se concrete antes de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo en enero. Se esperaba que la prohibición se produjera a fines de este año.
Es posible que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) apruebe su propuesta de reducir la adicción a los cigarrillos limitando los niveles de nicotina, pero es probable que los cigarrillos mentolados sigan en el mercado.
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“Como defensora de la salud pública, y como mujer y madre negra, me rompe el corazón que esta norma no haya llegado a la meta”, dijo la Dra. Avenel Joseph, vicepresidenta ejecutiva interina de la Fundación Robert Wood Johnson, un grupo de defensa de la atención médica sin fines de lucro.
La FDA anunció que iniciaría el proceso de prohibición de los cigarrillos de tabaco mentolados en 2021. Desde entonces, ha hecho todo lo que está legalmente autorizado a hacer para poner en marcha la norma final para prohibir el mentol. Desde entonces, ha estado en manos del gobierno de Biden avanzar, pero en cambio se ha retrasado repetidamente.
Los funcionarios de salud pública, incluido el propio cirujano general de Biden, han dicho que la ciencia es clara: los productos de tabaco mentolados deberían retirarse del mercado para salvar vidas.
LA RAZÓN POR LA QUE NO SE HA AVANZADO
Pero es la política, no la salud pública, lo que probablemente mantendrá los cigarrillos mentolados en el mercado cuando termine el mandato de Biden. La Ley de Revisión del Congreso parece ser clave en el proceso de toma de decisiones.
Toda norma que Biden apruebe en las últimas semanas de su gobierno está sujeta a revisión por parte del Congreso. Los legisladores entrantes tienen 60 días para analizar en profundidad cualquier norma nueva y, si lo consideran necesario, revocarla. (Los días legislativos incluyen solo los días de semana y no tienen en cuenta los próximos feriados de invierno).
Éste es un riesgo que el gobierno de Biden parece no estar dispuesta a correr.
Cuando el gobierno de Trump asuma el poder en enero, la medida podría ser revocada casi de inmediato. En ese caso, el Congreso no podría promulgar otra norma similar.
En otras palabras, si no sucede ahora, dicen los expertos, no sucederá pronto.
En el nuevo informe, el director general de servicios sanitarios, Dr. Vivek Murthy, recomendó múltiples estrategias posibles para reducir las disparidades generalizadas en la salud relacionadas con el tabaquismo entre la población negra y otros grupos vulnerables.
La gran mayoría de los fumadores negros utilizan mentol, cuyo sabor crea una sensación refrescante, lo que facilita la inhalación del humo del tabaco profundamente en los pulmones.
También hace que sea más difícil dejar de fumar.
“Esto hace que la tasa de éxito de dejar de fumar sea menor en la población negra en comparación con la población blanca, a pesar del hecho de que las personas negras intentan dejar de fumar con mayor frecuencia”, dijo Murthy. “Una prohibición del mentol ayudaría a abordar algunas de esas disparidades”.
“Pocas políticas podrían cambiar tanto el insidioso y racista manual de las tabacaleras como la prohibición de los cigarrillos mentolados, que son en gran medida responsables de las 45.000 personas negras que mueren cada año en Estados Unidos por enfermedades relacionadas con el tabaco”, dijo Joseph. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han informado anteriormente sobre los anuncios de mentol de la industria tabacalera dirigidos a las comunidades negras.
Murthy descartó las preguntas sobre si el gobierno de Biden aprobaría la prohibición como uno de sus actos finales. Los portavoces tanto de la Casa Blanca como de la FDA dijeron que no tenían novedades sobre el asunto.
