El estado de Kentucky ha tenido que implementar unas estrictas medidas contra personas que incumplen las ordenes de aislamiento.
Se trata de un paciente que dio positivo a COVID-19 y un familiar con quien vive que estaban bajo ordenes de quedarse en casa, según reporta el medio local The Courier Journal. Ambos habían recibieron ordenes de autoaislarse en casa tras el diagnóstico pero al parecer incumplieron con dicha orden.
De acuerdo a documentos de corte, la doctora Sarah Moyer, directora del Departamento de Salud del estado, tuvo razón por pensar que ambos habían incumplido el autoaislamiento y reportó el caso por la amenaza a la sanidad publica.
En Kentucky, bajo ley estatal, funcionarios de salud pública pueden solicitar que un individuo se aisle tras un diagnóstico de coronavirus. Pero cabe destacar que las personas no son acusadas de ningún delito, solo se intenta frenar la propagación del virus.
El juez Charles Cunningham del condado de Jefferson aprobó la orden y los dos individuos deberían usar los monitores comenzando el pasado 27 de marzo.
El pasado 22 de marzo, otro residente del condado de Jefferson se rehusaba en autoaislarse tras dar positivo a COVID-19, según informa el mismo medio local The Courier Journal. El individuo, un hombre de 66 años, fue ordenado a llevar un grillete electrónico y si salía de casa podría ser arrestado o enfrentar cargos criminales.
Hasta el viernes, 770 casos de los mas de 270,000 contagios confirmados en Estados Unidos se encuentran en Kentucky.
